Rafa García ha ampliado la progenie de Nido con una butaca, el nido que sirve de refugio y protección para un gran número de especies ha sido el elemento inspirador.

Su suave y confortable sentada está sustentada por una base de madera de fresno que es el resultado de un artesanal trabajo de carpintería. Como si de las ramas de árbol se tratara, la parte superior de las patas abraza y rodea el asiento.

Las reducidas medidas hacen de esta pieza una alternativa excelente para acompañar mesas de comedor o, por qué no, en oficinas, como silla confidente, donde los límites del espacio son clave para la creación de ambientes.

El tapizado está disponible en dos versiones, una más tensa y otra acolchada. Su estilizado perímetro está remarcado por un vivo siempre de color negro que facilita las composiciones bi-color. Su tapizado es fijo tanto en tela como en piel.

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